Hola amigas,
Días de fiesta, hogueras, fuego purificador y demás tradiciones en Alicante.
Días donde la noche de San Juan es la protagonista, con ese fuego purificador donde quemamos todo lo negativo y el mar para los que lo tenemos cerca, ese mar donde pedimos nuestros deseos más anhelados.
Hice una larga lista donde anoté todo lo que no quería en mi vida, cosas que no deseaba que me acompañasen más. Otra larga lista donde anotaba todos los deseos soñados, esos que llevaría mientras mojaba los pies en este mar. En ese momento, una vez terminada mi lista, y después de un impulso de esos que me dan tan a menudo y que van conmigo junto a mi personalidad, rompí las dos páginas.
En ese momento me di cuenta de que no quería quemar nada, mi mente me decía que todo pasa por algún motivo, de todo aprendemos, la vida sin saberlo nos va mostrando el camino, no quiero quemar nada de esos pasos que ya di, tampoco desear nada, que me sorprenda el destino, que me llene de momentos únicos, nada ocurrirá si mi aptitud no es receptiva, positiva, de pronto me apeteció bailar, oír música, salir a disfrutar del color del fuego formando esas estelas en el mar para hacerme creer aun más en lo desconocido ¡¡lo que no vemos también existe!!
En ese momento entendí que mi deseo es ver todo con ojos de sorpresa, descubrir cada vivencia como algo nuevo, vestir del color de la alegría aunque el color sea negro, dejar que me sorprenda cada día, que todo esto no sería posible sino hubiese vivido el pasado, si hubiese quemado cualquier momento por amargo que parezca.
Al final si que se convirtió en una noche mágica, eso es magia, ver con ojos diferentes lo habitual, lo lógico, lo normal.
Amigos compartir con vosotros estos momentos es muy purificador, aunque no sea la bloguera mas chic, no esté en el ranking de blog más visitado, siempre tengo la satisfacción de ir creciendo cada día como persona y contar con vuestras visitas y comentarios para hacerme creer en lo que hago.
Este look me hace creer en las noches mágicas, llenas de palmeras, mar, arena, playa y romanticismo.
Este vestido tropical, lleno de color y alegría tan sensual, con un tejido tan fluido te hace sentir que se puede ir muy segura con prendas nada caras ni sofisticadas, simplemente siendo tu misma y dejándote llevar.
He elegido unas sandalias planas atadas al tobillo en color camel y un clucht de la misma marca con detalles similares al estampado del vestido, un look para una noche donde el verano nos sorprende.
Ya sabéis amigos y amigas, noches mágicas creadas por vosotros.
Vestido y clucht Oysho
Sandalias Tienda local Granada old
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